Escuchar el término salud mental puede despertar creencias, prejuicios e incluso miedos porque no tenemos claridad a lo que esta palabra se refiere e inevitablemente lo asociamos con hospitales psiquiátricos, personas “locas” o “inestables”. Sin embargo, la salud mental es un tema de gran importancia que todos debemos conocer y procurar en nuestro día a día.
¿Qué es la salud mental?
Mundialmente el término salud mental es definido por la OMS como un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera, y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.
En México, por su parte el Instituto Mexicano del Seguro Social, institución con mayor presencia en la atención a la salud, la define como el estado de equilibrio que debe existir entre las personas y el entorno socio-cultural que los rodea, incluye el bienestar emocional, psíquico y social e influye en cómo piensa, siente, actúa y reacciona una persona ante momentos de estrés. La salud mental es la base para el bienestar y funcionamiento efectivo de una persona y su comunidad.
Considerando ambas definiciones es importante puntualizar algunos aspectos que nos dan mayor entendimientos sobre la salud mental:
Hace referencia al bienestar de las personas, lo cual implica más que la ausencia de enfermedades.
Reconoce los procesos internos, como son las emociones, los pensamientos y las motivaciones para actuar.
Pone énfasis en la correlación entre las personas y el medio en el que se desenvuelve.
Implica la gestión de situaciones estresantes y tensiones.
Como podemos notar, procurar nuestra salud mental implica estar en equilibrio, en bienestar, en ecuanimidad y más que querer “estar bien” todo el tiempo es ayudar a nuestro organismo a autorregularse, es decir, encontrar el balance entre las diferentes esferas que nos conforman.
¿Por qué es importante la salud mental?
Las personas somos seres biopsicosociales, posiblemente ya hayas escuchado esta palabra con anterioridad, la separaremos para su mejor comprensión:
Bio se refiere a nuestro cuerpo, órganos, sistemas, todo lo que tiene que ver con la cuestión física.
Psico son nuestras emociones, pensamientos, interpretaciones de lo que sucede en el exterior, motivaciones, actitudes, es todo lo que tiene que ver con nuestro mundo interno.
Social son las relaciones que establecemos con otras personas, desde las poco duraderas y superficiales como la persona que te atiende en el supermercado hasta los fuertes lazos con tu pareja y familia.
Y otra de las esferas que no se menciona tanto, pero no por ello menos importante, es la Espiritual que se refiere a nuestras creencias e ideologías sobre el sentido de la vida y la naturaleza humana.
Estas cuatro esferas se encuentran totalmente relacionadas una con otra, su separación se hace con fines explicativos, pero la realidad es que están siempre presentes de manera conjunta.
Al cuidar una de estas esferas, estaremos cuidando las demás. De la misma manera, el tener una necesidad no resuelta en alguna de estas esferas, indudablemente impactará en el resto.
Un claro ejemplo de esto es el nervio vago, uno de los más grandes que recorre todo nuestro cuerpo y nos ayuda a la respuesta de relajación, pertenece a la esfera de lo físico; curiosamente se fortalece, entre otras cosas, a través del contacto social, al tener redes de apoyo y contacto cercano con otras personas, y a su vez tener estas redes ayuda a sentirnos mejor emocionalmente; de esta forma se completa el círculo por las diferentes esferas que nos constituyen.
Cuidar de nuestra salud mental es importante porque abarca todo lo que somos, de manera interna y en relación con los demás, y la forma de encontrar el bienestar es teniendo este balance en lo físico, psicológico, social y espiritual.
¿Quiénes atienden la salud mental?
Hay dos especialistas que atienden de manera directa temas relacionados con la salud mental: psicólogos y psiquiatras. Es importante tener claridad cuál es el campo de acción de cada uno.
Los psiquiatras tienen una formación como médicos, dan un diagnóstico y recetan medicamentos para disminuir o eliminar los síntomas que se presentan.
Los psicólogos no son los indicados para recetar medicamentos, trabajan principalmente mediante la terapia guiando a las personas que los consultan a ir a la raíz de la situación que les está generando malestar y los ayudan a desarrollar herramientas para afrontar diferentes situaciones en su vida.
De acuerdo a la situación en particular por la que estés pasando, puede ser más conveniente acudir con uno o con otro; aunque está demostrado que a través del trabajo interdisciplinario se tiene mejores resultados para favorecer el bienestar.
Este trabajo en equipo no es únicamente entre psicólogos y psiquiatras, también con otras especialidades como los médicos o nutriólogos e incluso con prácticas como el yoga o el deporte porque como comentamos al inicio, la salud mental abarca distintos aspectos y cada uno de ellos merece ser atendido.
¿Cómo puedo comenzar a procurar mi salud mental?
Haz una autoevaluación de tu esfera física, emocional, social y espiritual. Identifica cómo estás en cada una de ellas y qué necesitas para estar en balance.
Ponte metas a corto plazo y alcanzables para atender tus necesidades, comienza por cosas pequeñas en las que puedas ser constante.
Pide ayuda en aquello que no puedes atender por ti mismo. No tienes por qué saber todo, siempre puedes recurrir a alguien más para que te guíe en el camino para recuperar tu tranquilidad. No estás solo, conoce cómo podemos ayudarte en TranquilaMente aquí.
Consulta más tips de autocuidado en esta entrada de nuestro blog.
¡Hazte tu prioridad y no dejes tu salud mental para después!
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