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Principales miedos relacionados con la ansiedad

Foto del escritor: tranquilamentepybtranquilamentepyb

Miedo: la emoción básica más rechazada injustamente.

El miedo es lo que nos ha hecho sobrevivir, nos alerta del peligro y nos pone a salvo. Sin embargo, hoy en día cada vez hay más cosas que no ponen en peligro nuestra vida y aún así nos producen un miedo extremo.



Por otra parte, "ansiedad" es una palabra que se usa frecuentemente y cada vez más a la ligera, equiparándolo con el miedo. Y, si bien es cierto que el miedo es la emoción básica que está detrás de la ansiedad, no significa que todos los miedos sean necesariamente síntomas de ansiedad.

Lo que si es un hecho, es que cuando rechazamos el miedo, cuando lo evitamos porque nos hace sentir cobardes o vulnerables, es cuando puede convertirse en ansiedad; en pocas palabras, estamos teniendo miedo al miedo.


Estos son los miedos que más nos llegan a consulta psicológica:


Miedo al cambio

Frecuentemente sentimos miedo a cambiar de trabajo, escuela, residencia, pareja. amigos, de gustos. Este miedo está relacionado con nuestros fuertes apegos, nos resistimos a renunciar a lo que creemos nuestro, pero son esos mismos apegos los que nos generan sufrimiento.

"Lo único constante es el cambio": esta es una de las frases más trilladas y menos comprendidas. Si nos despiden del trabajo, si nuestra pareja se enamora de alguien más, si nuestros amigos cambian de gustos, nos enojamos y frustramos, nos preguntamos ¿Por qué? ¿Qué fue lo que pasó? ¿Qué cambió?. Lo que pasó fue eso, el cambio.

Si fuéramos realmente conscientes que lo que hoy tanto nos gusta y nos pertenece dejará de pertenecernos mañana, podríamos disfrutarlo más y dejarlo ir cuando sea el momento.


Miedo a lo desconocido

De la mano del cambio está el miedo a lo nuevo o lo desconocido: desde aprender a manejar hasta emprender, todo lo que requiere desarrollar nuevas habilidades nos puede dar miedo, esto es porque somos seres de hábitos, la rutina nos da seguridad, sin embargo cada que nos acercamos a lo desconocido con curiosidad, estamos ejercitando la neuroplasticidad cerebral, que es la habilidad de nuestro cerebro de adaptarse a los cambios, además nos abriremos a un mundo de posibilidades, que no habríamos descubierto si nos aferráramos a lo cotidiano.

Un claro ejemplo es cuando sales de viaje: te atreves a hacer cosas que "normalmente" no harías, caminas por las calles de noche, quizá uses ropa que no usarías en tu día a día, hablas con extraños, todo te llama la atención, pruebas la comida del lugar, si te pierdes en una calle preguntas y después de un par de días, eres capaz de caminar sin perderte.

Si en la vida cotidiana intentáramos actuar como lo hacemos cuando vamos de turistas, veríamos cada día como la oportunidad de asombrarnos. Lo desconocido sería emocionante.


Miedo a enfermar

"Si tienes un cuerpo, lo más probable es que enfermes"

Esta es una cruda, pero inevitable realidad. Podemos hacer todo para tener la vida más saludable posible: comer sano, hacer ejercicio, hacernos chequeos periódicos. Sin embargo, los cuerpos enferman, está en nuestra naturaleza enfermar; si nos resistimos a ello, también sufriremos. Lo mejor que podemos hacer es nutrir y ejercitar cuerpo y mente, y dedicar nuestro tiempo a aquello que nos haga felices, de lo contrario, cuando llegue la enfermedad estaremos arrepentidos y querremos hacer todo aquello que no hicimos cuando gozamos de buena salud.


Miedo a envejecer

Cuando somos niños nos morimos de ganas de crecer, y cuando hemos crecido, nos quitamos los años cuando nos preguntan la edad.

Envejecer es tan inevitable como enfermar, sin embargo, pasamos el tiempo esquivando la realidad: nos pintamos las canas, usamos cremas antiarrugas y nos ofendemos cuando preguntan nuestra edad.

Tenemos miedo a envejecer, a ser una carga para nuestra familia, sin embargo este miedo nos paraliza y, si te descuidas, cuando te des cuenta serás viejo y lamentarás el no haber hecho las cosas que querías porque estabas esperando al momento perfecto, que nunca llegó (porque nada es perfecto).


Miedo a morir

Este es el miedo más grande expresado en terapia, a muchos les da miedo su propia muerte y a otros la muerte de un ser querido. Mucho se ha estudiado sobre la muerte, sobre el malestar por la muerte, sin embargo la conclusión siempre será la misma: la muerte (nuestra o de nuestros seres queridos) es inevitable.

Pensamos que si no la nombramos no ocurrirá y que si pensamos en ella, la atraeremos. Cuando asumamos de verdad que algún día moriremos, quizá no nos avergonzaremos haciendo aquellas cosas que nos parecen ridículas, empezaremos realmente a vivir.


Si te identificas con uno o varios de estos miedos, es totalmente normal, podría decirte que, excepto los niños pequeños, todas las personas llegamos a tener este tipo de preocupaciones. Sin embargo, si estos miedos te paralizan y limitan para llevar una vida que consideras valiosa, es importante que busques ayuda para trabajar con ellos.


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