Llegamos a Diciembre, el último mes de este año tan peculiar, atípico y poco común para todos. Me he dado cuenta que desde hace algunas semanas han venido recuerdos a mi mente de las navidades en años anteriores, los ricos platillos que prepara mi mamá en estas fechas, las reuniones de fin de año con amigos, los preparativos de la época, momentos con personas queridas que ahora no están, hasta me he acordado de mí misma en diferentes épocas de mi vida realizando cosas muy diferentes a las que hago ahora.
Todos estos recuerdos hacen que mi corazón palpite fuerte, que mi respiración se haga más larga y profunda, mi mirada se pierde en un punto fijo y en ocasiones salen algunas lágrimas de mis ojos. Es la nostalgia que toca mi puerta, con ese sabor agridulce que provoca; en esos momentos me siento alegre al transportarme al pasado y revivir esas experiencias y a la vez me siento triste porque ya no están aquí, son cosas que quedaron atrás.
¿Te ha pasado? Muy seguramente no lo vives de la misma forma que yo, o por las mismas razones, y no es mi intención en este blog describir la única forma de sentir la nostalgia, posiblemente coincidas en algunos puntos conmigo y en otras tengas tu propia perspectiva. Lo que sí puedo decirte es que en ésta época en particular, muchas personas experimentamos esta emoción.
Como sucede comúnmente con las emociones desagradables, buscamos evitarlas, darles la vuelta, taparlas y no escucharlas; y la nostalgia no es la excepción. Pero, ¿te has preguntado para qué te sientes nostálgico (a)? Tal vez te suene extraña la pregunta, pero sí, tiene una función en nuestras vidas.
La nostalgia es un recurso para dar significado debido a que almacena experiencias agradables en la memoria a las cuales podemos recurrir cuando lo necesitemos. Una maestra en un curso decía que es “el amor que permanece”.
También es un apapacho al alma que nos ayuda a reponer fuerzas para regresar al ahora con un poco más de fuerza y nos ayuda a elevar la autoestima porque nos permite sentir que el pasado valió la pena para traernos a donde estamos ahora.
¿Qué hacer cuando siento nostalgia?
1. Permitirte sentirla, expresarla y escuchar su mensaje.
Dale la bienvenida, no necesitas hacer nada, sólo estar contigo sintiéndola y puedes permitirte expresar lo que estás sintiendo en ese momento, ya sea escribiendo, dibujando, pintando, cantando o platicando una persona de tu confianza. Así podrás abrir tus oídos a su mensaje, ver para qué sientes nostalgia en este momento.
2. Regresa a tu presente.
Suelta ese recuerdo, esas experiencias del pasado, regresando a tu presente cuando estés listo (a), para ello, puedes hacerlo a través de tus sentidos, en este momento ¿qué hay en tu vida, qué escuchas, qué oyes, qué ves, qué sientes, qué sí hay, qué si tienes?
3. Sé más flexible contigo.
El presente te da la oportunidad de probar nuevos caminos, diferentes posibilidades, alternativas novedosas. Hoy puedes trazar tu rumbo, el siguiente paso.
Como te comentaba arriba, la nostalgia tiene una función cuando contactamos con ella, escuchamos su mensaje y se va; pero cuando permanece por mucho tiempo y aumenta su intensidad puede volverse un estado de ánimo que cause un desajuste emocional, en donde se añora tanto el pasado que la persona se sienta atraída a vivir de los recuerdos. Por ello, es importante que te permitas sentir nostalgia y regreses a tu presente.
Si sientes que vives tu presente con desagrado y el futuro te parece poco prometedor, te invito a que busques a un especialista que te acompañe a construir tu bienestar en el momento presente. En TranquilaMente podemos ayudarte mediante terapia psicológica.
Comments