¿Necesito ayuda para la ansiedad? 10 señales para identificarlo.
- tranquilamentepyb
- 5 abr 2022
- 4 Min. de lectura
Todos hemos experimentado ansiedad en diversos momentos de nuestra vida, sobre todo cuando tenemos que hacer frente a situaciones que nos resultan amenazantes como reaccionar al tener un percance en el auto, evacuar en sismos, tener una entrevista de trabajo, hablar en público, atender una emergencia médica, presentar un examen profesional, etc.
De hecho, resulta muy funcional que nuestro organismo se active ante estos escenarios, ya que nos moviliza para atender lo que se necesite. Entonces, la ansiedad funciona como un mecanismo que nos permite adaptarnos y experimentarla en un nivel moderado, en el momento indicado es de gran ayuda.
Si la ansiedad es útil ¿en qué momento se convierte en un problema?

Imagina que la ansiedad es una alerta que se enciende ante situaciones que percibimos como peligrosas. El funcionamiento óptimo consiste en que la alerta se apague una vez que hemos afrontado la situación, si esa alerta continúa encendida por más tiempo, con la misma intensidad o más, aún cuando ya no hay un estímulo aparente que la active, entonces comienza a causarnos problemas de salud.
¿Cómo identificar si necesito ayuda?
Queremos compartirte 10 señales que te pueden ayudar a descubrir si la forma en la que estás experimentando la ansiedad requiere acompañamiento de un especialista para afrontarla:
1. Afecta el sueño.
Estar con esta alerta encendida todo el tiempo hace que te mantengas vigilante, por lo tanto se puede ver alterado tu ciclo de sueño. En algunas ocasiones es difícil conciliar el sueño, en otros casos puede ser que te despiertes constantemente durante la noche, o bien, que sientas que no descansas.
2. Tensión muscular persistente.
Al experimentar ansiedad el cuerpo se prepara para luchar o huir de las situaciones peligrosas. Cuando esto permanece por un tiempo prolongado no hay una salida de energía y entonces los músculos permanecen tensos esperando el momento de reaccionar. Esto causa fuertes dolores en los músculos y articulaciones, además de reducir la movilidad y limitar tus actividades cotidianas.
3. Problemas de salud sin una causa médica.
Tu cuerpo busca la forma de comunicarte que necesita ser atendido y la forma que encuentra para hacértelo saber es a través de síntomas, principalmente en aquellos sistemas que se están sobre esforzando por mantener el estado de alerta, como el gastrointestinal, cardiaco o respiratorio. Entre las manifestaciones más comunes se encuentran dolores de cabeza, taquicardia, respiración acelerada y superficial, gastritis, colitis, estreñimiento, mareos, hormigueo, etc.
4. Sientes que tus pensamientos te controlan.
“La ansiedad es la mente yendo más deprisa que la vida” Esta frase explica muy bien lo que sucede con los pensamientos al experimentar ansiedad. Sueles darle vueltas constantemente a lo que te preocupa y te es difícil soltar esas ideas, vienen pensamientos catastróficos en donde te imaginas que va a ocurrir lo peor y haces conjeturas adelantándote a las cosas.
5. Conflictos en tus relaciones con los demás.
Principalmente con las personas que conforman tu círculo cercano, como la familia, pareja, amigos o compañeros de trabajo o escuela. Al sentirte cansado, irritable, con malestares físicos la mayor parte del tiempo hace que prefieras alejarte de los demás, que no tengas ganas de participar en actividades en grupo o que haya discusiones por situaciones que antes no te molestaban.

6. Dificultad para poder hacer tu trabajo o tus actividades escolares.
Experimentar ansiedad de manera sostenida trae como consecuencia que funciones cognitivas como la atención, concentración, enfoque, planeación, organización y toma de decisiones se vean disminuidas, y esto se verá reflejado en tu desempeño laboral y/o académico, ya que para muchas de las actividades se requiere de estas funciones. Por esta misma razón, se pueden cometer más errores, incluso tener algún accidente.
7. La preocupación, el miedo y la angustia parecen incontrolables.
Éstas son las emociones predominantes al experimentar ansiedad, ya que como hemos mencionado se siente que algo “malo” va a ocurrir en cualquier momento. Puede ser que te sientas intranquilo, que veas riesgos en donde antes no y esto te haga sentir vulnerable la mayor parte del tiempo.
8. Evades momentos de malestar.
Es totalmente comprensible y parte de la naturaleza humana buscar la comodidad, sin embargo entre más evades el malestar, más intenso será y perdurará por mayor tiempo. Probablemente hasta el momento la forma que has encontrado para sobrellevar la ansiedad es distraerte saliendo de compras, teniendo tu agenda llena de actividades, evitando estar a solas o fumando, tomando, comiendo en exceso. El bienestar que producen estas actividades es momentáneo, pero el malestar aún continúa, por ello es tan importante atender lo que lo está causando, en lugar de taparlo.

9. Sentir que no estás viviendo la vida que quieres.
Sientes que te estás alejando de lo que es importante y valioso para ti, que estás dejando de disfrutar y probablemente también sientas que el miedo y la preocupación te limitan para hacer cosas nuevas o retomar actividades que deseas.
10. Te presionas por lo que “debes ser”.
Te sientes con un gran compromiso hacia los demás, por cumplir lo que esperan de ti y te sobre esfuerzas por buscar la “perfección”. Esto te va alejando de lo que realmente tú necesitas y quieres en tu vida.
¿Te identificaste con algunas de estas señales? Ten presente que la ansiedad no es una enfermedad, es posible encontrar formas para gestionarla.
Recuerda que no tienes que atravesar esto solo, en TranquilaMente te acompañamos a recuperar el equilibrio a través de nuestro programa en línea Vive TranquilaMente para afrontamiento de la ansiedad o mediante terapia psicológica.
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