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Descansar no es productivo, es necesario

Foto del escritor: tranquilamentepybtranquilamentepyb

En los últimos meses, he visto muchas publicaciones sobre por qué descansar es necesario para seguir tus sueños, para mejorar tu productividad, para hacer más cosas. Y no es que tener sueños, ser productiva y hacer muchas cosas esté mal, sin embargo, el enfoque que se le está dando al descanso es el de “DESCANSA PARA PRODUCIR”.


Dicho en otras palabras, a lo que se le está dando importancia es al HACER, más que al SER.



Imagina que estás en tu lugar de trabajo y ves a una persona con los ojos ligeramente cerrados, respirando… ¿Qué pensarías?...No te juzgues, yo durante mucho tiempo pensé lo mismo que tú: “¡Qué flojo!”, “¡Parece que no tiene mucho trabajo!”, “¿Descansar? ¡Para descansar está la muerte!”.


Hace unos días, no sólo una, sino varias personas nos comentaron en nuestras redes sociales que les costaba mucho trabajo darse un tiempo para descansar, que se sentían incluso culpables. ¿Te ha pasado?


No sé en qué momento aprendimos como sociedad que siempre tenemos que estar haciendo algo, que debemos tener un hobbie, un trabajo extra, una actividad además de las clases, etc. Hoy en día tendemos a apreciar e incluso admirar a las personas que todo el tiempo están ocupadas. Nos parecen más importantes, más productivas.

Y entonces, el mensaje que recibimos es: “Si claro, descansa, pero para que regreses y hagas más”.


Tenemos tan profundamente arraigada la necesidad de ser productivos, que incluso cuando estamos “descansando” estamos trabajando. Por ejemplo: estás de vacaciones en la playa, observando como vienen y van las olas del mar y, de repente, te llega un correo al celular (porque si, estás tan comprometido/a que tienes el correo del trabajo en tu celular), ves el asunto y sabes que es algo que puede esperar a que regreses, o que es algo que puedes delegar, sin embargo, el asunto dará vueltas en tu cabeza por al menos los próximos minutos y si, probablemente tu cuerpo se tensione, dejes de observar las olas del mar y comiences a enfrascarte en tus pensamientos sobre ese correo.


O qué tal cuando estás a punto de dormir y te llega el recuerdo de todo lo que tienes que hacer al día siguiente. Creo que no necesito poner más ejemplos, el sólo hecho de leerlos, probablemente ya te esté ocasionando taquicardia o sudoración.


Independientemente de a qué te dediques: si trabajas en una oficina o en una planta industrial, si eres empleado o emprendedor, o si te dedicas al hogar, estoy casi segura que dentro de tu agenda del día no está la palabra “descanso”.

Y no está porque lo importante para nuestra sociedad es producir, es no dejarnos reemplazar por las máquinas, demostrar que podemos con todo, todo el tiempo. ¿No cuando vas a una entrevista de trabajo dices: “Cuento con 100% de disponibilidad”? y si te tienes que quedar horas extras, o trabajar en fin de semana, lo harás, porque eso es lo que hacen las personas comprometidas, ¿O no?


Y no, no estoy diciendo que renuncies ahora mismo a tu trabajo para irte a una isla a descansar de por vida, o que le digas a tu jefe/a que saldrás en punto a tu hora (no estaría mal, jeje).

Mi invitación es a que priorices tu descanso y lo pongas en tu agenda como cualquier otra cosa importante que tengas que hacer en el día. ¿Sabes por qué? Porque descansar es NECESARIO, sólo por eso. Tu cuerpo necesita restablecerse: cuando descansamos, aminoramos las sensaciones y afectos negativos o desagradables (dejamos de estar tan irritable, por ejemplo), además que nos devuelve la fuerza física y mental.


Pero, aún hay algo que me preocupa...No sabemos descansar.


No es que haya una forma específica de descanso, pero si hay algunas formas poco beneficiosas de hacerlo, por ejemplo: entrar a redes sociales para “descansar” implica que tus ojos sigan atentos (a veces ni parpadeas), que tu cuello se encorve, que tus dedos se muevan para scrollear y ni se diga de toda la información que recibe la mente. Lo mismo pasa con ver series o películas. Por supuesto que no estoy diciendo que dejes de usar las redes, o ver Netflix o jugar videojuegos, recuerda que el exceso es lo dañino.



Por eso, aquí te va un listado de cosas que puedes hacer para descansar:

  • Acuéstate en el suelo y deja que todos tus músculos se relajen.

  • Estírate lentamente, notando las sensaciones en tu cuerpo.

  • Sal a caminar.

  • Toma el sol al menos 10 minutos al día.

  • Medita.

  • Haz ejercicios de respiración.

  • Haz grounding: caminar en el pasto o meter las manos a una maceta y tocar la tierra.

  • Pon música relajante y cierra los ojos.

  • Pon una canción que te haga bailar… ¡y baila!

  • Haz ejercicio de bajo impacto, como yoga.

  • Siéntate en un lugar cómodo, y quédate así unos minutos, sin hacer nada en particular.


En conclusión, descansa como parte de tu rutina diaria, no tiene porqué ser un lujo, es lo menos que le debes a tu cuerpo y mente por todo lo que hacen por ti.


Recuerda:

Si no le das descanso a tu cuerpo, él mismo va a buscar tiempo para descansar y no le importará todos los pendientes que tengas por hacer.


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