Hoy en día siguen existiendo muchos prejuicios y estigmas sobre la ansiedad, se considera como una enfermedad mental y se señala a las personas que expresan experimentarla. Y es que hay creencias relacionadas como considerar a esa persona como inestable, que no se puede controlar, muy emocional, y un sin fin de adjetivos y juicios al respecto.
Por esta razón, el sólo hecho de pensar en compartir con alguien más que experimentas ansiedad puede incrementarla, por ese temor a ser juzgado o señalado.
Lo cierto, es que experimentar ansiedad es más común de lo que crees. Todos, en algún momento la hemos sentido, en mayor o menor medida. La pandemia nos ha dejado ver que los casos se han incrementado considerablemente, en todos los estratos sociales, edades y sexos.
Si tú experimentas ansiedad, es muy importante que sepas que no estás obligado a compartirlo, pero si deseas hacerlo con tu círculo cercano aquí te compartimos algunas recomendaciones.
![](https://static.wixstatic.com/media/dec73f_ee252509807b4036a067f95803b4b75e~mv2.jpg/v1/fill/w_980,h_653,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_auto/dec73f_ee252509807b4036a067f95803b4b75e~mv2.jpg)
¿Para qué comunicarle a alguien que tengo ansiedad?
Compartir con alguien más cómo nos sentimos es liberador porque nos quita un gran peso de encima al no tener que fingir, ocultar o justificar nuestros sentimientos, incluso mientras más tratas de evadirlos regresan con más fuerza. Además de que se requiere una gran cantidad de energía para mantener oculto lo que no se puede controlar.
Además, mostrarnos con alguien más y reconocer lo que estamos viviendo nos da la posibilidad de sentirnos apoyados y sostenidos en momentos difíciles. Saber que no estás solo es de gran ayuda.
¿Cuándo hacerlo?
No existe el momento perfecto, lo importante es llevarlo a cabo aún con lo que sea que estés sintiendo, si estás considerando hablarlo con alguien es porque resulta importante para ti, escúchate.
Tú decides el momento para hacerlo, cuando te sientas listo es el momento indicado para ti, no te presiones, pero tampoco lo pospongas indefinidamente. Llevarlo a la acción es lo importante.
¿A quién?
A quien tú elijas. Te recomendamos que sean personas de tu círculo cercano a quienes les tienes confianza y con quienes es importante para ti compartir lo que estás experimentando, ya sea porque convives con ellas de forma regular, o porque la relación se ha modificado desde que sientes ansiedad y te es necesario que comprendan tu forma de sentir, actuar y pensar.
Suelta los pensamientos anticipatorios como “De seguro no me va a entender”, “Se va a enojar conmigo”, “Va a pensar que estoy loca”... Estas son ideas, no puedes tener la certeza de que realmente sucederá de esta forma y sólo te frenan. En este artículo te damos más herramientas para gestionar estos pensamientos.
![](https://static.wixstatic.com/media/dec73f_2acc5e07f4c64ef6a3c3d7b8a0fbc3b1~mv2.jpg/v1/fill/w_980,h_654,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_auto/dec73f_2acc5e07f4c64ef6a3c3d7b8a0fbc3b1~mv2.jpg)
¿Cómo?
Si bien no hay recetas o fórmulas secretas para poder hacerlo, estos puntos te pueden servir de guía. Claro que los puedes adaptar o complementar con lo que tú necesites.
1. Elige a quién se lo quieres compartir. Recuerda tomar en cuenta que sean personas significativas con quienes a ti te nace hacerlo.
2. Busca un espacio en el que te sientas a salvo. Probablemente prefieras un lugar cómodo como tu casa, en donde puedas hablar con tranquilidad y que no haya mucha gente, ruido o distracciones.
3. Expresa cómo te sientes. Hazle saber a la otra persona cómo experimentas la ansiedad, en qué momentos, lo que piensas, las emociones que sientes. Por ejemplo: “Cuando estoy con muchas personas siento opresión en el pecho y me angustia”, “Me da miedo ir a lugares concurridos”, “Siento que mi mente está todo el tiempo en mi contra, como si otra persona estuviera dentro de mi”
4. Dile qué necesitas y cómo te puede ayudar. Para poder compartirle esto a la otra persona es muy importante que tú te conozcas y sepas qué te ayuda en los momentos que experimentas ansiedad, para cada persona es diferente. Por ejemplo: “Necesito que me acompañes a un lugar donde no haya mucha gente”, “Un lugar con poca luz me ayudaría”, “No me digas nada, sólo abrázame”.
5. Anota los puntos que quieras compartir. Prepararte para ese momento y tener los puntos importantes por escrito pueden ayudarte a sentirte más seguro. Si notas que al hacerlo te sientes más presionado o angustiado, déjalo. Recuerda que la idea es que sea un apoyo, no una obligación.
Estos puntos son para hablarlo en persona, sin embargo, también puede ser una opción escribirlo en una carta o un texto y dárselo a esa persona que has elegido.
La ansiedad que sientes no es una enfermedad mental, no es algo de lo que tengas que avergonzarte, ni algo que tú te estés provocando de manera intencional. Es válido lo que sientes y muy valioso que le pidas a otra persona que te acompañe en este camino.
Recuerda que no estás solo, en TranquilaMente te acompañamos a afrontar la experiencia de ansiedad a través de nuestro programa en línea Vive TranquilaMente o mediante terapia psicológica.
Comments