Cambia tus propósitos de año nuevo por afirmaciones
- tranquilamentepyb
- 1 dic 2020
- 3 Min. de lectura
El comienzo de un nuevo año siempre trae ilusión y esperanza en que será mejor que el año que está por terminar. Esta esperanza suele estar acompañada de deseos sinceros de cambio, de mejorar, de avanzar, de iniciar un nuevo proyecto o terminar algo que habíamos dejado incompleto.
Estos son algunos de los propósitos más frecuentes en las cenas de año nuevo:
Hacer ejercicio

Comer saludable
Empezar estudios o retomar si es que se dejaron inconclusos
Leer
Ahorrar
Viajar
Dejar de fumar
Pasar más tiempo con la familia
Estresarse menos
Cambiar algo en la conducta o personalidad: enojarse menos, ser más productivo, comunicarse mejor.
Pero, ¿Por qué no siempre logramos cumplir estos propósitos?
Creo que hay tres escenarios posibles cuando hacemos nuestra lista de propósitos:
No nos está gustando este año y queremos con desesperación que el siguiente sea diferente.
Estamos demasiado alegres y optimistas respecto al próximo año y todo nos parece posible y realizable.
No pensamos los propósitos con anticipación, así que cuando llegan las 12 campanadas y el momento de comer uvas, sólo piensas: “Salud”, “Dinero” y “Amor” mientras te concentras en no atragantarte. jeje

Si te identificas con alguno de estos escenarios, la buena noticia es que no eres la única persona a la que le pasa; la mala es que esto es lo que provoca que en las primeras semanas del nuevo año, desistas de tus propósitos.
¿Cómo empezar a cambiar eso?
La respuesta está en el título de este blog: “Cambia tus propósitos de año nuevo por afirmaciones”.
La diferencia es simple pero abismal: un propósito es un un deseo, su raíz está en la emoción (tristeza, alegría, desesperación, etc.). En cambio la afirmación es una intención, es ver con claridad el objetivo que quieres alcanzar pero sobre todo es saber cómo alcanzarlo.
Las afirmaciones son narrativas internas, es cómo te hablas a ti mismo. Es entrenar a tu cerebro de acuerdo con tus intenciones, metas, planes u objetivos.
En este video, te explico por qué y cómo funcionan las afirmaciones, pero aquí te dejo el resumen de cómo elaborarlas:
En positivo: ¿Te ha pasado que estás en una situación incómoda donde tienes que hablar en público, por ejemplo, y piensas: “que no me trabe, que no me trabe” y ¿Qué pasa? A tu lengua se le ocurre trabarse. Esto es porque, por decirlo de alguna manera, el cerebro no distingue el “no”, así que cuando dices “No quiero trabarme al hablar” tu cerebro capta “quiero trabarme al hablar”. Siguiendo este ejemplo, decirlo en positivo sería: “Hablo de manera fluida”. “Soy capaz de expresarme con fluidez”
En primera persona: lo que estás a punto de redactar son TUS intenciones, así que está claro que deben empezar con un “Yo” o refiriéndose a ti.
En tiempo presente: pensar en el futuro es bonito, pero incierto. Cuando redactas la intención u objetivo en tiempo presente, estás enfatizando en que es algo que ya está aquí, qué estás haciendo en este momento, de manera que disminuirán las posibilidades de procrastinar.
Verbos que puedes usar: Cuido, Hago, Tengo, Empiezo, Planeo, Descubro, Desarrollo, Soy, Agradezco, etc.
Concreta: al grano, que describa sin rodeos lo que quieres lograr.
Breve: Un enunciado que tenga las características mencionadas, es mejor que un párrafo que no diga nada.
Ejemplos:
“Uso mis habilidades, conocimientos y capacidades para conseguir mis metas”
“Me rodeo de personas que suman a mi vida”
“Cuido mi alimentación y hago ejercicio”
“Trabajo enfocada y tomo descansos”
“Tomo decisiones sencillas que impactan mi vida/trabajo/escuela”
“Soy capaz de tener una relación sana y llena de amor”
“Acepto mi cuerpo y lo cuido”
Te recomiendo hacer sólo una afirmación para cada una de las áreas de tu vida:
Física
Emocional
Social/laboral
Espiritual

Escribe estas afirmaciones y pégalas en un lugar visible (refrigerador, escritorio, agenda, una nota en la computadora, una alarma en tu celular).
Ahora sí, determina el paso más pequeño que tienes que dar para conseguir cada una de estas metas u objetivos. Empieza de menos a más, por ejemplo, si te propones hacer ejercicio, en lugar de comprometerte a hacer 1 hora todos los días, empieza por 20-30 minutos 3 veces a la semana, y conforme puedas, ve incrementando en duración o frecuencia.
Finalmente, ¡no te juzgues! Si un día no puedes cumplir con tu objetivo, nota qué es lo que te está deteniendo y vuelve a empezar al día siguiente. Que la frustración que sientes no sea un pretexto para dejar de intentar.
¿Cuéntanos, cuáles serán tus afirmaciones para el 2021?
Puedes compartirlas en tus redes sociales y etiquetarnos en Instagram y Facebook como @tranquilamente.pyb para saber que cada vez somos más personas que cambiamos nuestros propósitos, por afirmaciones.
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