top of page

Autocuidado: Cuidar de mí, para poder cuidar de los que amo.

Foto del escritor: tranquilamentepybtranquilamentepyb

El autocuidado es todo lo que hacemos para procurar nuestro bienestar, es decir, las acciones encaminadas a mantener el equilibrio en las diferentes áreas de nuestra vida: a nivel corporal, emocional, social y espiritual.


Cuidar de ti misma es un acto de amor propio, ya que implica estar al pendiente de lo que necesitas, como lo haces con las personas que amas y procuras que estén bien en todos los sentidos. Por ello, cuando cuidas de ti misma, te estás demostrando lo valiosa que eres y el amor que te tienes.



Aunque es reconfortante saber que las personas que te quieren están al pendiente de tu bienestar y se preocupan de ti, es muy importante tener presente que el autocuidado no es una tarea que se pueda delegar, es algo que te corresponde a ti, es un compromiso que tienes contigo. ¿Por qué? Porque solamente tú sabes lo que necesitas. Nadie más puede estar en tus zapatos y saber lo que sientes, lo que piensas, lo que te duele o lo que te alivia.


Por tanto, cuidar de ti no es una actitud egoísta o vanidad, sino una necesidad. Sin embargo, culturalmente hay muchos estereotipos y prejuicios sobre nosotras las mujeres, dándonos el papel de cuidadoras, procurando el bienestar de los demás antes que el de nosotras mismas.


Es por ello, que pensar en ti y en tu cuidado puede ser que en ocasiones te genere culpa ¿Cuántas veces no te has “permitido” enfermarte porque no hay tiempo para eso? ¿Has dejado de comer a tus horas porque hay mucho trabajo? o qué me dices de trabajar sin parar en las labores del hogar o en tu empleo, hasta que tu cuerpo ya no puede más.



La realidad es que si no cuidas de ti, no podrás cuidar a nadie más, porque no estarás en las condiciones de salud y/o emocionales para poder hacerlo. Así es que házlo por ti y por las personas que más amas.


¿Cómo procurar tu autocuidado?


Como hemos comentado, el autocuidado es atenderte. Primero que nada, requieres saber ¿qué necesitas? y la forma de saberlo es escuchando a tu cuerpo, tus necesidades vienen de ahí, si prestas atención a tus sensaciones tu mismo cuerpo te estará comunicando lo que requiere.


Estas son algunas recomendaciones con las que puedes comenzar a poner práctica el autocuidado desde este momento:


1. Atiende tus necesidades fisiológicas.


Tu cuerpo es el vehículo que te permite hacer TODO, cuidarlo, tratarlo con amor y mantenerlo en buen estado es indispensable. Aliméntate sanamente y a tus horas, bebe al menos 8 vasos de agua durante el día, duerme de 6 a 7 horas, ve al baño en el momento que sientas la necesidad de hacerlo, haz un poco de ejercicio.


2. Escucha a tu cuerpo.


Haz un alto, en lo que sea que estés haciendo. Detente por unos minutos y presta atención a lo que sientes en tu cuerpo, si hay frío, calor, hormigueo, algún dolor, cosquilleo, presión. También puedes poner más atención en lo que sientes mientras realizas tus actividades cotidianas, como tomar un baño, lavar los trastes, cepillarte los dientes, al comer. Sé curiosa de tus sensaciones. Esto te ayudará a detectar cuando tu cuerpo te pida algo.


3. Regálate unos minutos para ti.


Sé que puede parecer imposible, con miles de actividades por hacer, sin embargo con unos minutos diarios verás la diferencia. Ya sean 10, 5 o 2 minutos, con atención plena en ti, te traerá grandes beneficios. En esos minutos puedes hacer algunos estiramientos, un poco de ejercicio, dedicarlo a tu arreglo personal, hacer respiraciones profundas, mirarte al espejo, leer un artículo que te interese, escuchar tu canción favorita, darte un baño. La actividad que tu decidas está bien, sólo ten presente hacerlo con toda tu atención y solamente enfocarte en ello.



4. Aprende a decir “No”


Decir que “No” a ciertas cosas, actividades o personas en las que decides no invertir tu energía está bien. Muchas veces nos saturamos de actividades porque no ponemos un límite y buscamos complacer a todos, dejando al final lo que deseo para mí. Antes de elegir, te invito a que te preguntes ¿quiero hacerlo? ¿aporta algo valioso para mí? ¿tengo el tiempo y la energía? las respuestas serán tu guía para saber cuál es la mejor decisión en ese momento.


5. Siempre puedes pedir ayuda.


Reconocer nuestras limitaciones también es parte de hacernos cargo de nosotras mismas, teniendo presente que no poseemos todas las respuestas, no disponemos de la verdad absoluta y no siempre tienes que saber qué hacer. Definitivamente pedir ayuda es un acto de humildad, autocuidado y amor propio.



Beneficios del autocuidado


Cuidar de ti te traerá grandes beneficios en tu salud, tu estado de ánimo, incluso en tu relación con las personas que te rodean:


  • Mejorarás tu salud física y emocional.

  • Estarás de mejor humor.

  • Desarrollarás una adecuada autoestima.

  • Te sentirás a gusto con la vida que llevas.

  • Podrás enfocarte en tus metas.

  • Elevarás tu productividad.

  • Te ayudará a conocerte mejor.

  • Tendrás más para dar.

  • Alcanzarás una mejor calidad de vida.


Recuerda que el bienestar comienza contigo y si requieres una guía en este momento de tu vida, con gusto te acompañamos en el camino para vivir tranquilamente.


Conoce cómo podemos ayudarte aquí.


23 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

コメント


© 2023 de TranquilaMente Psicología para tu presente.

El contenido de este sitio está protegido por derechos de autor. 

  • Instagram
  • Facebook
  • Icono social de Spotify
  • YouTube
  • WhatsApp
bottom of page