“El 75% de los mexicanos padece fatiga por estrés laboral, superando a países como China y Estados Unidos” comenta el Instituto Mexicano del Seguro Social.
Sin duda, el trabajo es una de las principales causas de estrés y ansiedad en las personas, independientemente de la actividad a la que se dediquen y la forma en la que lo hagan, ya sean empleados, dueños de negocio, emprendedores o autoempleados.
El estrés laboral se vive como una creciente presión y abrumación por las diversas demandas del trabajo que nos hacen sentir sobrepasados tanto física como mentalmente y nos vemos sin los recursos para afrontarlas, generando diversas consecuencias que afectan la salud física, emocional y en las relaciones con familia, pareja, amigos, ya que se genera un desequilibrio entre la vida laboral y personal.
Seguramente has escuchado que no hay que llevar los problemas al trabajo ni el trabajo a la casa; lo cierto es que somos la misma persona que se desenvuelve en dos ambientes y sin duda lo que nos sucede tanto en el trabajo como en casa influye en nuestro estado de ánimo, motivación, disposición y actitud en cualquiera de las dos.
Por ello, es sumamente importante que cuides de ti, de tu bienestar físico y emocional, ya que esto se verá reflejado tanto en tu trabajo, con tu familia, tus hijos, tus amigos y por supuesto contigo mismo (a).
¿Cómo procurar mi autocuidado en el trabajo?
Como comentábamos al inicio, el estrés laboral se caracteriza por la sensación de no poder manejar esa pesada carga que se lleva a cuestas, sentir que ya no puedes más y no hay salida.
Justo el camino para recuperar tu bienestar es comenzar por hacer aquello sí está en tus manos, lo que está en tu control, esto te permitirá sentirte capaz de afrontar las situaciones que se te presenten.
Te compartimos estos 5 tips para que comiences a cuidar de ti en el entorno laboral:
1. Haz pausas frecuentemente.
Por cada hora de trabajo tómate 5 minutos para estirarte, levantarte de tu lugar, tomar agua o comer algún snack.
Esto te ayudará a darle un breve descanso a tu mente y a tu cuerpo, al reincorporarte a tus actividades con mente despejada, tendrás mayor disposición para enfocarte en la siguiente tarea.
2. En momentos de estrés, respira.
Cuando te sientas desesperado, frustrado, molesto o abrumado deja la actividad que estás haciendo, ve a un lugar donde puedas estar a solas y haz tres respiraciones profundas. Es como hacer un reset y comenzar de nuevo.
3. En tu horario de comida, consume tus alimentos con toda tu atención.
Haz de tu horario de comida un espacio para ti, para despejarte de los pendientes, las tareas que se quedaron a la mitad y lo que viene por hacer.
Come un bocado a la vez y pon toda tu atención en el acto de comer. Evita hablar de temas laborales en ese tiempo.
4. Descansa la vista.
Cuantas veces te sea posible, dale un descanso a tus ojos de la pantalla de la computadora y del celular. Ya sea al responder una llamada, al levantarte por agua, a la hora de la comida, etc. En esos momentos puedes cerrar tus ojos unos segundos o simplemente observar a tu alrededor y notar lo que ya está ahí.
5. Anota tus pendientes.
Al término de tu jornada laboral, anota todos tus pendientes para el día siguiente.
Asegúrate de incluir todo tipo de pendientes: llamadas, correos, respuestas, envíos, actividades por retomar, etc.
Esto te ayudará a vaciar tu mente y usar ese espacio para otras cosas. No tendrás que estar repasando constantemente en tu cabeza todo lo que tienes que hacer para que no se te olvide. ¡Es un gran alivio!.
¿Qué te parecen estos tips? La idea es que los vayas implementando poco a poco, uno a la vez. ¿Con cuál iniciarás?
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